Diciembre 2013 |
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El pasado miércoles 11 de Diciembre de 2013 tuvo lugar la conferencia “Alimentación en los Síndromes de Sensibilidad Central (SSC)” a cargo del Dr. Gómez-Utrero. Este encuentro estuvo organizado por la Asociación Neurocogn y Afinsyfacro y contó con la amable cesión del espacio en el Centro Cultural Villa de Móstoles parte del Ayuntamiento del municipio La conferencia, a la que siguió un turno de preguntas de casi 2 horas, tuvo dos partes bien definidas: una primera recordatoria de los Sindromes de Sensibilidad Central (incluyendo el Dolor Crónico miofascial, la Fibromialgia y la Fatiga Crónica), su etiopatogenia y los puntos de abordaje terapéutico y una segunda parte centrada en los mecanismos de intolerancia alimentaria no alérgica por Histaminosis, los riesgos de la alimentación actual y las propuestas de tratamiento de estos cuadros mediante dietas basadas en los datos analíticos. Los SSC incluyen a una serie de entidades que forman parte de un continuum sindrómico y que comparten mecanismos de producción –etiopatogenia- y sintomatología. Son muy prevalentes y causan importantes limitaciones, fundamentalmente derivadas de las alteraciones cognitivas y de la inexplicable fatiga –de origen central- que padecen gran parte de estos pacientes. Los trastornos del estado de ánimo y el dolor, muy prevalente, aunque no omnipresentes, contribuyen a incrementar la sensación de malestar y la percepción de pérdida de calidad de vida en estos pacientes. Desde un punto de vista conceptual estos cuadros presentan una incapacidad genéticamente determinada para modular las respuestas del Sistema Nervioso ante estímulos perceptivos de muy diversa índole: dolor, estímulos químicos o físicos, presión psicológica o alteraciones de los ritmos biológicos, de modo que se producen respuestas desproporcionadas que, si no son tratadas de forma adecuada en la fase aguda pueden dar lugar a la formación de circuitos y redes cerebrales anómalas que perpetúan la enfermedad. Tanto en esta fase aguda, como una vez establecido el cuadro clínico se debe hacer un enfoque terapéutico multidisciplinar: psicólogos, fisioterapeutas, tratamiento farmacológico, estimulación magnética o acupuntura junto a técnicas específicas de ejercicio (yoga, tai-chi, hidroterapia). Asimismo se ha comprobado el efecto que una modificación en el patrón de alimentación produce en diversos cuadros en los que se supone un mecanismo inmunológico a medio –largo plazo. Este es el caso de la Histaminosis Alimentaria No Alérgica (HANA) en la que la presentación durante un periodo de tiempo de meses de un determinado alimento hace que las células presentadoras de Antígenos de la pared Intestinal los reconozcan como antígenos y produzcan anticuerpos que se adhieren a los mastocitos de las vellosidades intestinales. La presencia frecuente de esos antígenos genera acúmulos cada vez mayores de histamina en el mastocito que van a liberarse al torrente sanguíneo y también localmente, lo que aumenta la permeabilidad intestinal. Durante la conferencia se hizo un repaso de los diversos principios inmediatos y de su conveniencia –o no- de estar presentes en la dieta. Frente al esquema tradicional que defiende un 50% de hidratos de carbono y porcentajes de en torno al 20-30% de proteínas y grasas el Dr., de acuerdo con otros especialistas, señala la importancia del origen esos principios inmediatos: “no es tanto el porcentaje como la procedencia de las proteínas, grasa o hidratos de carbono de nuestra dieta lo que debe regir nuestra alimentación. Tres cuartos de nuestra dieta debe proceder de fuentes vegetales –cuyas proteínas son más fácilmente digeribles, contienen hidratos con más fibra y sus grasas son menos saturadas. Asimismo los oligoelementos –minerales y vitaminas- y sobre todo la gran olvidada: el agua, deben volver al primer plano de nuestra dieta.” Durante su exposición se hizo referencia al papel que los lácteos tienen en el mantenimiento de esa respuesta inmunitaria, la conveniencia de buscar fuentes alternativas de calcio más asimilables desde un punto de vista fisiológico y la dificultad para encontrar productos exentos de derivados lácteos. Asimismo durante su charla nos ilustró sobre los “antinutrientes” de los alimentos: taninos, xantinas, solaninas o antivitaminas, por no ser exhaustivos, pueden hacer que un alimento saludable “si no es tratado de forma correcta –como el caso de la patata o el pimiento que deben ser fritos u horneados y no sólo hervidos- pueda generar toxicidades añadidas”. Para concluir recordó la existencia de productos comerciales con práctica ausencia de alergenos (sin huevo, sin leche, sin trigo, sin frutos secos y sin soja), como es el caso de Muuglu. El seguimiento de una dieta terapéutica, hábitos de vida y de sueño saludables y una búsqueda de una vida plena en familia son los mejores instrumentos para regular los SSC.
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Creado el 18/12/2013 |
Última actualización el 18/12/2013 |